Niños hiperactivos

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Niños hiperactivos

La hiperactividad es un trastorno en la conducta de los niños, bastante común en estos últimos años, unido al Trastorno por Deficiencia de Atención e Hiperactividad (TDAH), que afecta al comportamiento de quienes la padecen, causando problemas en las relaciones sociales y en el rendimiento escolar de los más pequeños. Un niño hiperactivo es un niño que no sabe estarse quieto, por lo que no puede concentrarse en la realización de una tarea u obedecer normas.

Existen ciertos rasgos que caracterizan a los niños con hiperactividad y, aunque no es una enfermedad, sí debemos prestar atención a la aparición de estos síntomas y no confundirlos con posibles fases de estrés o nerviosismo. No saber mantener la atención, conductas impulsivas, actividad irrefrenable constante, inquietud, bajo rendimiento escolar, impulsividad, terquedad, cambios bruscos de humor… Todas ellas devienen pequeñas muestras de lo que conviene determinar si es, o no, hiperactividad, ya que este trastorno del comportamiento está causado por una alteración del sistema nervioso central, provocado por una encefalitis letárgica; una disfunción cerebral irrisoria que afecta al área del comportamiento, pero que tiene consecuencias.

Sospechar que nuestro hijo puede ser hiperactivo no es nada malo, y dar el primer paso para diagnosticarle y tratarle para controlar ese trastorno, de manos de profesionales, es el mejor consejo que podemos daros, pues una detección a tiempo resulta fundamental.

Consejos para padres con niños hiperactivos

Ser conscientes de la calidad de vida de nuestros hijos puede evitar llegar a extremos nada agradables, ni para ellos ni para nosotros. Existen casos de hiperactividad en los que niños -con apenas 7 años- necesitan seguir un tratamiento farmacológico para controlar esos síntomas que os mencionábamos. Dados, pero, los efectos secundarios de la mayoría de estos medicamentos en edades tan precoces, sinceramente, nada como poder evitarlos siempre que sea posible y recurrir a la ayuda profesional de psicólogos, para focalizar el tratamiento en otras pautas beneficiosas para su mejoría.

A continuación, os presentamos algunos consejos que pueden ayudaros a controlar la hiperactividad de vuestros hijos:

Establecer una rutina. Todos los niños necesitan seguir unos horarios para sentirse seguros y saber qué toca hacer en cada momento. Cuando hablamos de niños hiperactivos, esa necesidad es aún más importante, puesto que las rutinas ayudan a calmar su ansiedad y sus nervios. Cread unos hábitos constantes e intentad no alterarlos.

Paciencia. No es su culpa. Nadie elije sufrir este trastorno. Por ello, sabiendo que éste afecta a la base de su comportamiento, ante los cambios de humor o la terquedad, tened paciencia y no culpabilicéis a vuestro hijo por ser como es, o por actuar de esa manera. Ellos sufren y necesitan todo vuestro apoyo y comprensión. Para evitar llegar a los límites de ciertas situaciones, conviene aprender de antemano cómo se comporta en cada una de ellas, de esto modo prevendremos posibles problemas y les ayudaremos a comportarse de la manera adecuada.

Las normas. Las normas son necesarias en la educación de cualquier niño. Pero como decíamos, en el caso de los niños con hiperactividad les es muy difícil obedecerlas. Por eso es importante incidir en este aspecto. Estableced en casa normas básicas y sencillas, que el niño entienda y cumpla, conociendo las consecuencias de no hacerlo, e id introduciendo más a medida que vaya interiorizándolas. Dada su falta de atención es posible que le cueste aún y poner todo su empeño, por eso podéis facilitarle las cosas, escribiendo las normas en una pizarra y colocarlas en algún lugar de referencia para que las tenga siempre presentes.

Enseñarles a controlar la frustración. Los niños hiperactivos suelen ser poco pacientes y frustrarse con facilidad, por lo que es fundamental enseñarles a saber esperar, a ser pacientes y a entender que no siempre pueden tener lo que quieren al momento. Deben aprender a aguardar su turno o a pedir la palabra para hablar.

Trabaja junto con sus profesores. Los niños hiperactivos presentan problemas en el colegio, con un rendimiento escolar bajo y malas notas, por lo que, ante un diagnóstico de este tipo, es importante comunicarse con sus educadores y hacerles ver la situación para que sepan el porqué del comportamiento del niño y le ayuden en lo posible. También, mantener el contacto constante para conocer las evoluciones de vuestros hijos y ayudarles en todos los problemas que puedan surgir.

Actividad al aire libre. La hiperactividad favorece el hecho de que estos niños se sientan bien realizando actividades extraescolares, preferiblemente, al aire libre. Les ayuda a quemar toda esa energía y a aprender a canalizarla, concentrándose en el desempeño de una actividad. Deportes de equipo, que a la par le sirvan para relacionarse y seguir aprendiendo conductas y normas o, simplemente, escarceos al parque para divertirse junto a la familia y amigos.

El uso de las nuevas tecnologías. Aunque como hablamos en nuestra anterior publicación, el uso de las pantallas en los pequeños no debe ser abusivo y hay que controlarlo, permitirles ver la televisión un rato (contenidos educativos y aptos para su edad) o jugar con la tablet, pueden ayudarles a enseñarles nuevos conceptos y a mantenerse centrados en una sola actividad.

Los niños hiperactivos necesitan un entorno tranquilo y calmado para favorecer su desarrollo. Como expertos, desde Psicólogos Tortosa, os recomendamos tener mucha paciencia, y ante cualquier duda o consulta que necesitéis al respecto, no dudéis en poneros en contacto con nuestros profesionales para asesoraros acerca de todo lo que necesitéis saber sobre aquello que gira en torno a vuestros hijos.