Fomentar la lectura

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Fomentar la lectura

Antaño era sobradamente conocido el hecho que la mayoría de adolescentes no leía. En ese momento, el tiempo libre de los quinceañeros se invertía en poder salir, tras las obligaciones, con los amigos al parque o quedar en casa de alguno para pasar el rato y charlar, ver juntos la televisión o buscar algún que otro entretenimiento. Hoy, con la explosión tecnológica y el auge de las redes, no es que lxs chicxs dediquen tiempo a ello. Quizás, seguramente, sí se encuentren en casa, pero sentados frente a una pantalla a través de la que observan y analizan el mundo. Los últimos estudios han revelado que más de la mitad de adolescentes no lee. Y de éstos, un elevado porcentaje, afincados entre los 15 y 18 años, apenas sí lo hace y, cuando lo hace, es por obligación, no por gusto o devoción. ¿Por qué cada vez es más difícil que nuestros hijos renieguen de leer un buen libro de vez en cuando?

Por qué no leen

Como decíamos, las estadísticas no mienten y tras las encuestas realizadas por la Federación de Gremios de Editores de España, ha quedado demostrado que el hábito de lectura entre adolescentes se esfuma a partir de su entrada en esta etapa. Sólo un 44,7% de chicxs entre 15 y 18 años lee, mientras que el porcentaje equivalente al grupo previo, entre los 10 y 14 años, es de un 70,8%.

Para muchos expertos el principal problema está en lo complicada que es de por sí esta etapa en la vida de los niños de hoy en día. La falta, además, de motivación en relación al tema, también genera debate. Si de pequeños se han acostumbrado a un fomento de la lectura en casa y ya les leíais cuentos antes de ir a dormir, u os veían leer por afición a vosotros, seguro han adquirido ese afán por la lectura con mayor euforia. Pero la realidad es que, aún y los esfuerzos por evitar el abandono a la lectura, el hábito se sigue perdiendo llegados a esa edad.

La adolescencia es un periodo de descubrimientos vitales y leer no es uno de ellos. Otros placeres y entretenimientos pasan por delante, pues la lectura se torna algo muy pesado y sigue teniendo la connotación de obligatoriedad que le persigue de las lecturas del colegio. Como hemos mencionado anteriormente, el auge de las tecnologías de la información y comunicación incluyendo, por supuesto, el acceso a plataformas y aplicaciones infinitas en dispositivos móviles, tablets y ordenadores, deja cada vez más de lado el papel fundamental de los libros.

¿Qué hacer para incentivar la lectura?

Una de las técnicas que se ha venido analizando y que, en cierta medida funciona, es hablar de ello. Por ejemplo, solemos debatir o contarnos que tal ha ido/sido la última película/serie que hemos visto en el cine, por televisión, etc. Pero no hacemos lo propio con la última obra que “x” escritor ha sacado o que nos han recomendado. Hay muchas de todas esas estrenas televisivas y cinematográficas que se basan en novelas. Como adultos hemos descubierto que, realmente, son mucho mejores las historias narradas en papel que en imagen (sin desmerecer el trabajo de ningún director o productor). ¿Por qué no motivamos a nuestros hijos a leer sobre aquello que han visto para que descubran qué historia prefieren?

Este es un punto importante. En el colegio las lecturas a las que van a tener alcance van a ser vistas de forma negativa, pues son libros que tienen que leer, no que quieran leer. Son una obligación para poder presentar un trabajo o hacer un examen. Hay que seguirles motivando a leer igual que cuando lo hacíamos de pequeños con esos cuentos y fábulas. Leer sobre aquello que les gusta e interesa. Y ser su modelo a seguir (patrón de conducta espejo), por lo tanto, que vean que nosotros también lo hacemos para que ellos lean. Debéis de construir caminos hacia la lectura en casa y ellos andarán en ella.

Además, como nos aseguran los expertos, no hace falta separar el mundo de la lectura del de las tecnologías actuales. No hay que prohibirles ver una película para que lean. Sino potenciar el conocimiento de que, seguramente, la base de esa película se encuentra en un libro/s y puede que descubran más a través de él/ellos, incluso tras haber visto el film. Ello, sin haberles obligado a nada, les sumergirá, por sí solos, en este apasionante mundo.

La importancia de la lectura

Lo cierto es que es bastante preocupante que tanto niños como adolescentes no lean. Lo peor de todo es que, de cara al futuro, esta tendencia puede suponer un serio coste en la educación de nuestros hijos. Niños y jóvenes que no muestran interés por todo lo que la lectura entraña (comprensión, concentración, entendimiento del mundo, ampliación de conocimientos y vocabulario…) acaban siendo los principales protagonistas que tienden al fracaso escolar.

Es muy importante hacerles ver lo bonita que es la lectura en su desarrollo y alejarles del pensamiento que veíamos más arriba, y que se instaura en su mente desde el primer momento: que es una obligación. Se puede leer por placer y de temas muy diversos. Algunos más en común con nuestros gustos y otros, quizás, no tanto, pero todos esconden tras de sí una enseñanza y un mundo fantástico que merece mucho la pena conocer.

Si lográis que se inmiscuyan en ello, debéis hacerles ver esta parte, y es que son ellos quienes eligen qué leer. La lectura actúa de modo racional y educativo, y permite que cada uno de nosotros alentemos nuestra imaginación, creemos nuevos mundos, reflexionemos sobre todas las ideas que se devienen en las historias contadas, conozcamos más sobre otras realidades y, como decíamos, mejoremos a nivel educativo en vocabulario, gramática, ortografía…

No dejéis que ni vosotros, ni vuestros hijos, pierdan el interés por ello y fomentad, desde bien pequeños, esta increíble forma de crecer y seguir aprendiendo, pues no importa cuán jóvenes seamos o no. La lectura sigue sorprendiendo y enseñándonos cosas nuevas tanto a los diez como a los sesenta años.