Bullying

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Bullying

Popularmente conocido como acoso escolar, el bullying es un serio problema social que afecta, hoy en día, a más de un 35% de los niños y adolescentes escolarizados, ya sea como víctimas o como acosadores. Esta forma de comportamiento se manifiesta en niños con un carácter agresivo y abusivo que aprovechan ese factor -y su poderosa posición- por encima de los demás, para intimidar y causar daño, de manera intencionada, a compañeros “más débiles” en un contexto escolar. ¿El problema? Que más allá de ser visto como los “clásicos” enfrentamientos entre niños que están aprendiendo y creciendo, el bullying produce terribles consecuencias.

En nuestra clínica tratamos muchos casos de esta índole y sabemos del aumento y la preocupación que gira en torno a esta temática, por eso hoy, en esta nueva entrada en nuestro blog de Psicólogos Tortosa, queremos acercaros algo más de información al respecto.

Perfiles en el bullying

El perfil del acosador está asociado, por ejemplo, a niños con tendencia a estar envueltos en un clima escolar negativo, cogniciones peyorativas relacionadas con uno mismo y en relación con otras personas, problemas para resolver conflictos, baja empatía…; causadas por factores de riesgo a nivel familiar que pueden incluir violencia doméstica, abuso, paternidad desadaptativa…, en definitiva, un entorno familiar negativo.

Mientras que el del acosado está asociado, también, a un clima escolar negativo, en el que el niño siente un bajo apoyo y tiene un bajo autoconcepto de sí mismo (baja autoestima, mala autoimagen, cero autoconfianza…) y otras relacionadas con la relación con el resto (competencias sociales). Curiosamente, los factores que inciden en este comportamiento de las “víctimas”, incluyen -según los estudios- un entorno familiar similar al que vive el acosador: abuso, violencia doméstica, bajo apoyo paternal, etc. Y, los mismos, también han revelado que, sorprendentemente, existe una conexión con la genética y ambos comportamientos que se observan en el bullying pueden ser heredados.

Aunque no todo son las complicaciones en el hogar y una perpetuación en los genes pues, verdaderamente, el ambiente a nivel escolar y en el aula contribuyen a que esos problemas de acoso escolar crezcan.

El método KiVa

Es una de las últimas aplicaciones contra el bullying para acabar con él desde el foco principal donde se escenifica: el colegio. Este programa llamado KiVa, que se ha testado entre miles de alumnos de distintas escuelas y colegios en Finlandia, promueve la intervención de todos los agentes que perciban el bullying, haciendo cómplice a toda la comunidad escolar si es preciso, para acabar con él. Cambiar el comportamiento de los espectadores en estas situaciones, haciéndoles ver que es totalmente inaceptable y se debe denunciar.

¿Podemos evitar el bullying?

La realización de este “experimento” concluyó que aplicar un programa de acoso escolar como KiVa reduce los casos, y que los esfuerzos en prevención e intervención de los factores ambientales que se podían controlar desde el colegio, daban sus frutos, si bien hay que velar por estudiar, todavía, todos esos factores hereditarios de manera que se pueda lograr maximizar su efectividad.

Obviamente, a pesar de la intervención KiVa, que demostró ser de las más efectivas en el proceso antibullying, no se detiene ni desaparece este problema social. Es importante identificar a los niños en riesgo -tanto perfil acosador como víctima- lo más temprano posible e intervenir, no sólo en el contexto escolar, sino también, a través de programas familiares para padres. El hogar es el núcleo más fuerte donde el niño crece y forma su identidad, por eso, hay que detectar a tiempo que éste sea fuerte y sano.